Visión
HACIA DÓNDE VAMOS
Cambio climático, agotamiento de los recursos naturales, empobrecimiento del suelo, soberanía energética, reindustrialización, estos son sólo algunos de los retos a los que se enfrenta la sociedad actual y que pretendemos abordar mediante nuestras actividades principales: la recogida, el reciclaje, la energía verde (procedente de nuestros residuos) y el retorno a la tierra a través del compostaje.
La intuición que motivó la creación de Paprec era acertada: los residuos se han convertido en las materias primas de este siglo. Recuperarlos en forma de materiales o energía ahorra recursos naturales y limita las emisiones de CO₂, contribuyendo así a descarbonizar la industria y a luchar contra el cambio climático.
Como defensores de la economía circular, estamos presentes en todas las fases del ciclo de recuperación. Arrancamos con la recogida de residuos, posteriormente el reciclado de materiales, una de nuestras áreas de especialización, donde ya somos uno de los líderes europeos. A continuación, viene la valorización y la producción de energía verde, en la que también nos hemos convertido en un actor importante en Europa. El tercer ciclo es la recuperación orgánica, la vuelta a la tierra. En este sector, aún en desarrollo, hemos sido reconocidos como pioneros por la Comisión Europea.

NUESTROS ORÍGENES
“Una industria del siglo XXI, por un planeta más verde”.
Jean-Luc Petithugenin, Fundador

En el marco de una economía mundial sostenible, el reciclaje será cada vez más importante. Además de ser una solución a un problema medioambiental acuciante, el reciclaje es también una actividad económicamente viable.
No es casualidad que más de la mitad del papel del mundo se fabrique a partir de papel reciclado y no de pasta de papel. Tampoco es casual que la industria siderúrgica mundial dependa en gran medida de la chatarra reciclada en lugar de únicamente de nuevas extracciones de recursos naturales, y que los plásticos reciclados sean ahora una prioridad para la industria mundial del plástico. Los fabricantes se dieron cuenta hace tiempo, y los sectores se han organizado, empujando a los recicladores a mejorar constantemente sus conocimientos para producir materias primas que cumplan sus especificaciones.
A finales del siglo XX, el reciclaje se convirtió en un negocio industrial que requería grandes inversiones (más de 1.500 millones de euros invertidos en nuestras plantas) para hacer frente a los innovadores retos que planteaba el tratamiento de una gama de residuos cada vez más diversa.
El reciclaje tiene un brillante futuro por delante. Se convertirá en una actividad de primer orden en el siglo XXI. Creará cientos de miles de puestos de trabajo en todo el mundo, dejará su impronta en los mercados mundiales de materias primas y contribuirá en gran medida al debate medioambiental.
Para nosotros, el reciclado no es una medida provisional frente a la emergencia medioambiental, sino, por el contrario, la mejor manera de aprovechar al máximo unos recursos que, por fin, habrán dejado de malgastarse en favor de las generaciones futuras.
Nuestras otras iniciativas medioambientales tienen el mismo objetivo: seguir construyendo un planeta más verde, como todos esperamos y deseamos. Nuestros empleados están orgullosos de formar parte de esta aventura industrial y humana. La confianza de nuestros clientes, muchos de los cuales llevan años con nosotros, es nuestro mayor logro.
Gracias a todos por apoyar la construcción de un líder en este negocio global que se está inventando cada día.
